Historias de un Tanatologo
Hace casi 34 años comencé esta misma tarea de escribir, para entenderme, para comprender...
En estos largos años desde la muerte de mi padre me dediqué con cuerpo y alma a acompañar personas, familias, escuelas, instituciones que transitaban procesos de duelo. Busqué información en profesionales (cómo olvidar a mi respetado Dr. Héctor Jorge Maury, que fue el primero en enseñarme a escuchar sin juzgar), viajé por religiones, filosofías, países, buscando aunar criterios y fundamentalmente “entender”. Entender no sólo lo que les sucede a las personas que atraviesan un duelo, sino también aprender a acercarme tan suavemente a ellas que, desde la validación de su sentimiento, pudiera ayudarlas a transitar ese momento.
Encontrar las palabras para explicarle a la gente que una persona en duelo no está enferma ni está deprimida, simplemente está triste. Que todo esto es un proceso, que en este proceso hay días mejores y otros no tanto.
A través de este tiempo viví en lo personal y en lo profesional muchas situaciones, y la gran mayoría con una constante: la gente quiere transitar los procesos de duelo lo más rápido posible. Frases como: “Vamos”, “Ya está”, “Si estuviera aquí quisiera verte bien”, o hasta en términos de leyes, donde por la muerte de un ser amado sólo dan tres días (al menos a los empleados públicos de Mendoza), intentan hacer que el dolor del duelo se transite rápidamente. Siempre digo lo mismo y esta vez no haré una excepción: ¿Cómo se puede volver a trabajar inmediatamente luego de la muerte de un padre, un esposo o un hijo? ¿Acaso por una gripe no dan una semana?, ¿Cómo puede ser que se mantengan leyes así? Obvio que la persona tiene que seguir su vida y salir adelante, pero ni siquiera son contemplados los trámites que se tienen que hacer, como: certificados de defunción, seguros, papeles relacionados al trabajo u otras cosas que demandan tiempo en medio de ese torbellino de emociones.
Me convertí en Tanatólogo, título que tengo que explicar cada vez que lo digo.
Creo que partir de lo que es un Tanatólogo, como definición o como encuadre, les ayudará a entender un poco quién soy, qué hago, el porqué de este libro y el para qué.
La tanatología es una disciplina integral que aborda todo lo relacionado con el fenómeno de la muerte en el ser humano: la pérdida, el sufrimiento psicológico, las relaciones significativas del enfermo, el dolor físico, las voluntades anticipadas, los aspectos legales, la observancia del trato humanitario que ha de brindarse al paciente en el final de sus días y el apoyo en el acompañamiento para él y su cuidador, ya que la pérdida la sufren ambos. Aplica el método científico o técnicas forenses, tratando de resolver y enfrentar las situaciones conflictivas que suceden en torno a ella, desde distintos ámbitos del saber, como son la medicina, la enfermería, la psicología, la antropología física, la religión y el derecho...