Silvia Battaglia

Algunas Notas Sobre el Plagio



Algunas Notas Sobre el Plagio

¿Alguna vez has ido al cine y has salido pensando “Ya he visto esta trama antes, ¡qué estafa!”, o has escuchado una canción con una melodía muy familiar, mientras pensabas “¿En serio? No podías inventar algo nuevo...”? Estos pensamientos son muy comunes y, normalmente, provocan indignación o, por lo menos, desaprobación. Si nos molesta tanto que alguien robe la obra de otro en arte o en entretenimiento (y debería molestarnos), ¿por qué no reaccionamos igual cuando se trata de plagio académico? A continuación, vamos a discutir brevemente las siguientes preguntas: ¿Qué es el plagio? ¿Para qué sirve investigar? ¿Cómo evitamos plagiar el trabajo de otro?

 

¿A qué nos referimos con plagio? El plagio es el acto de “copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias” (Real Academia Española 2017). No es extraño que los estudiantes escriban un trabajo o un ensayo, combinando el resultado de su investigación y sus ideas... ¡sin especificar de dónde salieron esa investigación y esas ideas! Podría decirse que la investigación debe ser original y que nosotros leemos distintas cosas, pero al final escribimos nuestra propia interpretación, perspectiva y demás. Todo esto es cierto, pero no estamos escribiendo ideas que son totalmente nuestras, ni estamos creando de la nada. Leemos cosas, vemos las noticias, vamos a charlas y clases, y nos inspiramos. Esa inspiración enciende una chispa en nosotros que nos hace querer saber más del tema y quizá hasta hacer una contribución al mismo. Todo esto significa que estamos construyendo nuevo conocimiento y haciendo investigación basada en lo que otras personas han hecho. Sí, le agregamos nuestro toque al asunto, y esa es la parte valiosa, pero eso no significa que podamos ignorar todo lo que, en un principio, inspiró ese toque personal.

 

Esto nos lleva a la siguiente pregunta. Entonces, ¿para qué investigamos, si solamente estamos repitiendo lo que otras personas han dicho? Bueno, es posible que creamos eso, pero en realidad no es ese el caso. La investigación es el punto de partida de cualquier ciencia o disciplina. Todo lo que leemos, todo lo que nos enseñan en la escuela y la universidad, todos los temas geniales que nos interesan y sobre los que leemos, ya sea en Ciencias Sociales, Arte, Ciencias Naturales, o lo que sea que nos guste, todos y cada uno de ellos es el resultado de años, décadas y siglos de investigación. Cada disciplina es un castillo enorme en permanente construcción y, a veces, nosotros podemos contribuir solamente con un ladrillo o una salpicadura de cemento. Aunque nuestra contribución parezca diminuta, sin ella el castillo sería un poco más pequeño, un poco incompleto.

 

Finalmente, vamos a hablar sobre nuestra última pregunta: ¿Cómo evitamos plagiar? A veces, leemos y vemos tantas fuentes, que cuando llega el momento de escribir y agregar nuestro ladrillito al castillo, tenemos dudas acerca de dónde sacamos cierta información. Yo también soy culpable de esto, y tuve que desarrollar estrategias de evitar esta situación. Para prevenir esto, es importante llevar registro de todas las fuentes que se lee, incluso si al final no se terminan usando. En próximas publicaciones, vamos a cubrir diferentes técnicas que pueden ayudarte a registrar tus fuentes eficientemente. Una vez logrado esto, se vuelve mucho más fácil seguir la regla de las 3 C: ¡citar, citar, citar! Cada vez que se mencionen las ideas de alguien más, aun cuando no se estén citando literalmente, igual hay que darles crédito.

 

Para concluir, es importante recordar que lo que podamos decir sobre nuestros campos de investigación es valioso. Todos tenemos algo nuevo y emocionante para compartir. Sin embargo, esto no significa que podamos simplemente ignorar los cimientos sobre los que estamos parados, porque sin esos cimientos, nuestro ladrillito se caería y se haría pedazos.

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