Where did I read that? Some ways of keeping track of your sources
When writing a paper, project or thesis, who has never thought of the perfect quote for
a section, and immediately wondered… “Wait… Where did I get this from?” That is way more
common that you think and, unfortunately, that situation can make us lose the perfect phrase
for our work, because if we cannot cite it, we cannot use it! In a previous post, we talked about
the dangers of plagiarism. Now, we will discuss some useful tools to keep track of your sources
while doing research, to avoid uncomfortable situations.
Before choosing the method that best fits your needs (and your habits), it is good to have
an idea of the framework your research will need. In other words, when preparing your
literature review, you should have an outline of the topics and subtopics you will be reading
about. It does not need to be a definitive outline, this will most likely change a lot from the first
version, but it is useful to keep your thoughts organized throughout the process. Now, why is
this important? Basically, depending on the length and complexity of your research project, you
may end up with a considerable number of sources and, even if you keep record of all of them,
it will still be really complicated to find exactly what you need in, say, a list of fifty or a hundred
(or more) articles and books. But if you have a list of main topics and subtopics, that will allow
you to sort your sources and classify them in a way that will make them easier to navigate.
Now, once you have an idea of how you would classify your sources, you can move on to
choosing a good method for registering them. First, you have a choice between physical and
electronic source-tracking tools. Each of them has their advantages and disadvantages. First, let
us talk about the physical methods.
The physical methods for tracking sources imply handwriting information, notes and
summaries. You can do this in a notebook, for example, or you can use index cards. Each source’s
information and notes should be in a separate page (if using a notebook) or in a new index card.
It is also crucial that you write down all the information of the article (i.e., the full citation) on
top of each index card or page (University of Toronto 2017). The advantage of this method is
that, for some people, handwriting notes helps them organize their thoughts and improve
creativity. The disadvantage is related to storage space, since, as you start new projects, papers
with citations start piling on. So, both of these factors should be considered, if this is the method
you prefer. Next, we will briefly discuss a couple of electronic methods.
There are several alternatives, for storing sources electronically. I have personally used a
couple of them, Zotero (Roy Rosenzweig Center for History and New Media) and Mendeley
(Elsevier). In both cases, you can use them creating an account or downloading their apps to
work from your desktop, for free. This type of software has several advantages. First, you can
upload and store in Zotero or Mendeley the sources you are using (e.g., pdf of articles, book
chapters, etc.), so you have everything in one place. Second, you can organize all your files into
folders, so within your library you can separate projects and topics, and subtopics within them
(as we previously discussed). Third, you can make notes, add comments and highlight passages
of the pdf files within the apps themselves, which is quite useful so you do not have the articles
in one place and your notes in a different one. Finally, these applications allow you to share
sources with a research team, and you can make notes and comments on them just for yourself,
or sharing them with a group of people.
In conclusion, we saw there are several ways of keeping track of all the sources you
consult when doing research. Here we covered just a couple of basic examples, but there are
other tools out there that will help you keep things organized when preparing a literature
review. It does not matter which tool you choose, just make sure you find the one that best suits
your needs and habits. Any way you decide to do it, make sure you do it! It will save you a lot of
time, trouble and headaches!
Key words: sources – bibliography – literaturee review – citation – research – source tracking –
source organization – index cards – plagiarism – source-handling software
¿Dónde leí eso?
Algunas maneras de llevar registro de tus fuentes
Cuando escribimos un trabajo, proyecto o tesis, quién no ha pensado en la cita perfecta
para una sección, e inmediatamente se preguntó…. “Esperá…. ¿De dónde saqué esto?”. Esto es
mucho más común de lo que uno cree y, desafortunadamente, esta situación puede hacernos
perder la frase perfecta para nuestro trabajo, porque si no podemos citarla, ¡no podemos usarla!
En un post previo, hablamos sobre los peligros del plagio. Ahora, vamos a discutir algunas
herramientas útiles para llevar registro de todas las fuentes consultadas, para evitar situaciones
incómodas.
Antes de elegir el método que va mejor con tus necesidades (y tus hábitos), es bueno
tener una idea del marco teórico que va a necesitar tu investigación. En otras palabras, al
preparar la revisión de la literatura, deberías tener un esquema de los temas y subtemas sobre
los que vas a leer. No hace falta que sea el esquema definitivo, porque seguramente va a ir
cambiando mucho desde la primera versión, pero igual es útil para organizar tus pensamientos
durante el proceso. Ahora bien, ¿por qué esto es importante? Básicamente, dependiendo del
tamaño y la complejidad de tu proyecto de investigación, puede que al final tengas un número
considerable de fuentes y, aunque hayas llevado registro de todas ellas, igual va a ser muy
complicado encontrar exactamente lo que se necesita en una lista de cincuenta o cien (o más)
artículos o libros. Pero, tener una lista de los temas principales y subtemas ayuda a ordenar tus
fuentes y clasificarlas de tal manera que sea más fácil manejarlas.
Ahora bien, una vez que tengas una idea de cómo clasificarías tus fuentes, podemos pasar
a elegir un buen método para registrarlas. Primero, se puede optar entre herramientas de
registro físicas y electrónicas. Cada una de ellas tiene sus ventajas y desventajas. Primero,
hablemos sobre los métodos físicos.
Los métodos físicos para registrar fuentes implican escribir a mano información, notas y
resúmenes. Esto se puede hacer en un cuaderno, por ejemplo, o se pueden usar fichas
bibliográficas. La información y las notas de cada fuente se deben registrar en una página aparte
(si se usa un cuaderno) o en una ficha nueva. También es crucial escribir toda la información del
artículo (es decir, la cita completa) encabezando cada ficha o página (University of Toronto
2017). La ventaja de este método es que, para algunas personas, escribir las notas a mano las
ayuda a organizar sus pensamientos y mejorar la creatividad. La desventaja está relacionada con
el espacio de almacenamiento, ya que, cuando vas empezando proyectos nuevos, los papeles
con citas y notas se empiezan a acumular. Entonces, estos dos factores deberían tenerse en
cuenta, si este es el método preferido. A continuación, discutiremos brevemente un par de
métodos electrónicos.
Hay varias alternativas para almacenar fuentes electrónicamente. Yo personalmente he
usado un par de ellas, Zotero (Roy Rosenzweig Center for History and New Media) y Mendeley
(Elsevier). En ambos casos, se pueden usar creando una cuenta o descargando la aplicación para
trabajar desde el escritorio, de forma gratuita. Este tipo de software tiene varias ventajas. En
primer lugar, se pueden subir y guardar en Zotero o Mendeley las fuentes que se están usando
(por ejemplo, los pdf de artículos, capítulos de libros, etc.), así está todo junto. En segundo lugar,
los archivos se pueden organizar en carpetas, entonces en tu biblioteca pueden separarse los
distintos proyectos y temas, así como los subtemas dentro de cada uno (como habíamos dicho
previamente). En tercer lugar, se pueden hacer notas, agregar comentarios y resaltar frases en
los archivos pdf directamente dentro de las aplicaciones, lo cual es bastante útil para no tener
los artículos en un lugar y las notas en otro. Finalmente, estas aplicaciones te permiten compartir
fuentes con un equipo de investigación, y se pueden hacer notas y comentarios para uno mismo,
o compartirlos con un grupo de gente.
En conclusión, vimos que hay varias maneras de llevar registro de todas las fuentes que
se consultan haciendo investigación. Aquí solo hemos hablado de algunos ejemplos básicos,
pero hay otras herramientas que pueden ayudarte a mantener todo organizado para preparar
una revisión de la literatura. No importa qué herramienta elijas, pero hay que asegurarse de
encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades y hábitos. Más allá del método que
prefiramos, ¡lo importante es hacerlo! ¡Esto te va a ahorrar mucho tiempo, problemas y dolores
de cabeza!
Palabras claves: fuentes – bibliografía – revisión de la literatura – cita – investigación – registro
de fuentes – organización de fuentes – fichas bibliográficas – plagio – software para manejar
fuentes.
Sources / Fuentes
Elsevier. Mendeley. Retrieved from: / Obtenida de: https://www.mendeley.com/ [Feb. 24th
2018].
Roy Rosenzweig Center for History and New Media. Zotero. Retrieved from: / Obtenida de:
https://www.zotero.org/ [Feb. 24th 2018].University of Toronto. 2017. Citing sources/ Create your bibliography. Retrieved from: /Obtenidade:https://guides.library.utoronto.ca/c.php?g=251103&p=1673070 [Feb. 23rd 2018]